- Área: 15000 m²
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Fotografías:David Frutos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Proyectar una pista de atletismo puede ser un ejercicio tan monótono y tedioso como recorrerla: curva, recta, curva recta, una y otra vez…
La pista ha de cumplir perfectamente rigurosas medidas y estándares para que sea reglamentaria y homologable por la IAAF: cuerda de 400 m (medidos a 30 cm. De la calle interior), radios de 36.5 m., 6 calles de 1.22 m cada una de ellas, bordillo perimetral de protección de 1.50 m, y en su interior todos los juegos: salto de altura, salto de longitud, salto de pértiga, lanzamiento de peso, martillo, disco y jabalina y ría.
Como complemento, proponemos un recorrido alternativo, amateur, ocioso, lúdico y tridimensional, una vía de escape, una salida por la tangente. Este recorrido sube por encima de los vestuarios y aseos vuelve a la pista reglamentaria, envolviendo al público y las gradas por la acción deportiva.
Este movimiento genera una ola artificial que protege del sol y del viento la grada, controla el acceso a la pista y da entidad tridimensional a un programa que no lo tenía. Una pequeña duna dentro de un paisaje montañoso.
La pista se emplaza en una parcela prácticamente horizontal en una zona residual de la ciudad. Flanqueada al Este por un puente de tráfico, y limitada al norte por el cauce del río Vinalopó se orienta 35º respecto al eje norte sur.
La intención urbana fue crear un elemento capaz de romper la barrera entre el deporte profesional y el amateur, abierto a más gente y a más comportamientos.
El eje conceptual del diseño es la construcción literal de un diagrama de uso. En este caso la forma no sigue a la función, es la propia función. El eje rector del proyecto es el movimiento cíclico, la rutina y la sorpresa, que se convierten en una manera de usar la pista.
Los acabados son de caucho deportivo de altas prestaciones en la totalidad de la pista. Acero galvanizado como fachada ventilada de los vestuarios, que están realizados en piezas cerámicas de color gris azulado.
Creamos un cerramiento ventilado que ofrece una imagen homogénea, continua y contundente al exterior; generamos así una galería de circulación que da acceso a los vestuarios, quedando en un segundo plano. A los vestuarios se accede por una galería exterior tamizada mediante una celosía de perfiles metálicos.
Se posibilitan dos tipos de recorridos: el profesional, estandarizado y reglado de 400 metros cíclicos de cuerda, y el amateur, complementario y peraltado de 415 metros. Entre ellos, se sitúan las gradas que se ven completamente rodeadas de acción.
